¿Lo mismo, pero más barato?
Por: Gerardo Soriano
Después de la revolución cultural y musical que llevaron a cabo con su aparición mundial en 1964, The Beatles se convirtió en el grupo de rock más imitado en el orbe, con resultados magros y otros verdaderamente risorios.
Por ejemplo, en los Estados Unidos, el caso más patético fue el del pseudo grupo de rock, llamado The monkees, mismo que resultó una caricatura en comparación del cuarteto de Liverpool.
No son pocos quienes dan pasos como unos verdaderos zoon politikon, en el sentido más naturalista del término, pues su caminar se asemeja más al de los primates, que al de líderes que construyen sociedades y son capaces de vivir en las “polis”.
Al no poder leer las nuevas formas de la democracia, han retomado el tema de las consultas con el mismo ahínco con el cual The Monkees imitaban a The Beatles y los mismos resultados que obtiene un monito cilindrero.
Fue en uno de los primeros encuentros del Foro de Sao Paolo, en los que el premio nobel de literatura, el lusitano, José Samarago, afirmó que la democracia electoral era insuficiente para dar respuesta a las urgentes necesidades de la población de América Latina, por lo que era necesario pasar a una democracia más participativa, en la que el ciudadano tuviera un rol más activo que el de solo emitir su voto.
Tal vez, partiendo de esas premisas, Andrés Manuel López Obrador promovió en México la consulta ciudadana, desde que era dirigente del PRD (partido que participaba en esos foros y que hoy, mimetizando a los institutos europeos, anunciará su caricaturezca conversión, es un decir, en ¡Partido del Siglo XXI!, así lo dijo uno de los Rotos, por aquello de Chucho el Roto, Jesús Zambrano).
Además de la consulta, se han intensificado los foros, los coloquios y encuentros entre actores políticos y ciudadanos, para conocer la opinión y postura de estos últimos, sobre temas de interés nacional, aunque muchos de esos encuentros han quedado en mera pantomima para aprobar reformas, como sucedió en el periodo de Peña Nieto.
Es tan importante y vital la consulta pública para la democracia, que hasta el mismo Papa Francisco, acaba de llamar a una consulta de dos años, a los millones de feligreses, para preguntarles qué tipo de iglesia católica es la que debe refundarse de cara al siglo XXI.
Todo esto viene a cuento, porque la semana pasada, uno de los suspirantes a la candidatura de MORENA, a gobernador del estado, Salomón Jara, dio a conocer la realización de una consulta, para preguntarle a los oaxaqueños qué temas les preocupan más.
Más rápido que el célebre luchador conocido como el Rayo de Jalisco, cuando se lanzaba por lo alto del pancracio para derribar de un tope a sus oponentes, el suspirante, Salomón Jara, dio a conocer los primeros resultados de su consulta.
No solo eso, sino que más presto que el tren que cruza el Canal de la Mancha, el senador morenista, también dio las primeras soluciones y con recursos provenientes de quién sabe dónde, convocó a una cuadrilla de “ciudadanos” a repavimentar calles de la zona metropolitana de la Verde Antequera.
El espectáculo de ver al político oaxaqueño llamando a una consulta, dando a conocer no solo resultados, sino tomando cartas en el asunto y dando soluciones, fue, por decir lo menos, de dudosa calidad.
¿En serio ésa va a ser su reacción a lo que hacen los demás posibles candidatos? ¿Dónde están sus asesores? ¿Le aconsejarán ir a perseguir y sacar de sus casas a los delincuentes y feminicidas que pululan en la entidad?, porque sin duda una de las grandes preocupaciones de los oaxaqueños es la inseguridad.
Por si eso fuera poco y para rematar con broche de oro, Salomón Jara recibió el respaldo, del joven político morenista, Jesús Romero (sí otro Jesús, aunque esperemos que no resulte un Roto, como sus ex compañeros de partido), quien a través de sus redes sociales dijo que Salomón Jara era la mejor opción de la izquierda para ser candidato a gobernador.
Las palabras de Jesús Romero se leyeron tan convincentes, como aquel saludo con que lo recibió en la célebre llamada telefónica, el ex gobernador, Ulises Ruiz Ortiz, quien lo invitaba, con todo y familia, a que lo visitara en el Caribe.
Imitar no siempre resulta lo mejor
Gerardo Soriano es Licenciado en Lengua y Literatura Hispánicas por la UNAM y maestrante en Docencia Universitaria, por la Universidad Simón Bolívar. Ha sido periodista en El Imparcial, e-consulta de Oaxaca y corresponsal de Notimex, en Oaxaca