José María Galán

Recientemente, el equipo de Susana Harp Iturribarría, quien aspira a la candidatura por Morena para la gubernatura en Oaxaca, circuló un documento realizado por la empresa “La Encuesta MX”, que la posiciona 10 puntos arriba de su más cercano opositor al interior de su partido, Salomón Jara Cruz, y con el 51.9% de las preferencias en la tabla general contra otros partidos contendientes.

Me preocupa, y mucho, Susana tiene un serio problema: su equipo le miente y eso puede llevarla a una decepcionante realidad cuando se realice la encuesta de “deveras”.

Quizá alguien debería decirle que hoy día, el uso indiscriminado de las fake polls ha puesto en alerta al electorado, que la excesiva utilización de esa herramienta y sus desastrosos resultados, para muchos contendientes del proceso pasado, puso en alerta a la población y cada día crece más la incredulidad hacia las mismas.

Partiendo del hecho que fueran ciertas, Susana debería saber ya que es Andrés Manuel López Obrador por sí mismo y/o el partido Morena, quienes cuentan con un alto porcentaje de simpatías de los electores, es decir, Morena gana con quien le pongan, por tanto, encuesta que salga, con el nombre que le pongan, siempre los ubicará en los primeros lugares si lleva el membrete del partido guinda.

Pero lo más importante, y conste que es por su bien, es que la senadora revise con puntualidad qué le proponen sus estrategas, antes de que la hagan gastar su dinero y la lleven a la tumba política.

Dos encuestas he tenido en mis manos donde a Susana Harp la dan por ganadora, una de Massive Caller, y esta última de La EncuestaMX, sin contar las patito que se hacen en redes sociales, y mi preocupación por las expectativas que pueda generar es cada vez mayor, sobre todo porque reconozco en ella su interés por Oaxaca, pero también su falta de oficio en política.

Y es que, basta que alguien se decida a investigar un poquito la historia de resultados de las casas encuestadoras que han contratado para darla como virtual ganadora, para advertirle, antes de que se arrepienta de confiar en sus asesores, que todo puede ser un vil engaño.

Aunque aparece en el ranking de las encuestadoras, Massive Caller, por ejemplo, es una de las peores calificadas entre las 12 que son consideradas en los rankings, es una de esas que a “panzazos” rebasa la media de los resultados favorables para algunos de sus contratantes, y que basa sus datos en llamadas telefónicas, las cuales es sabido que el elector poco se interesa en responder.

Del otro lado, La Encuesta MX ni siquiera está considerada entre la lista de mayor credibilidad, y hay razones para ello, un ejemplo son los resultados que registrara de Campeche y Baja California Sur en el pasado proceso, donde daba como ganadores a los candidatos de la Alianza PRI, PAN, PRD por un amplio margen y resultó que quien ganó fue precisamente Morena.

Ante ello y si me lo permite, le sugeriría con todo respeto a la señora Harp Iturribarría, que llame a cuentas a sus estrategas, que les instruya caminar, tocar puerta, conocer al pueblo, sus necesidades y sus expectativas, porque solo así se gana al electorado; que no recurran más a las fake polls porque las cantidades que en ello se invierten no lo valen si son de empresas “patito”.

Por cierto, antes de concluir este aporte, llegó, a través de cuentas de WhatsApp otra “pato encuesta” de Capyge, una verdadera pifia que se dice empresa dedicada al análisis político y gestión empresarial, de la cual basta abrir su cuenta en Facebook para saber de su improvisada incursión en el tema.

Y sí como dicen, quien la asesora es el ex vocero del gobernador Alejandro Murat, Alfonso Martínez, tome en cuenta que éste solo crece imágenes con mucho presupuesto, pero eso no es garantía de tener la mejor o de que sea buen asesor.

Ojo senadora, que no le engañen sus consejeros, la mejor manera de medir las simpatías, es observar las respuestas a sus convocatorias en las comunidades que visita y lograrlo merece mucho tiempo de trabajo.