Gubernatura para Morena, no será un cheque en blanco.
Haydeé Reyes
Ha iniciado de manera formal el proceso electoral en Oaxaca, donde elegiremos quién nos gobernará los próximos seis años. No es ningún secreto que morena, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, va a la cabeza en las preferencias electorales de las y los oaxaqueños. Cada que López Obrador ha aparecido en la boleta, arrasa en Oaxaca. En 2014 fundó Morena y a partir de 2015, que fue la primera vez que como partido participó en un proceso electoral, su crecimiento ha sido exponencial.
Y aunque todo puede pasar y la última palabra la tendrá el electorado, si revisamos los resultados de las elecciones en 2016, 2018 y 2021, la tendencia es muy clara: Morena gobernará Oaxaca, una enorme responsabilidad, un gran reto y sobre todo un gran compromiso de estar a la altura del pueblo.
Por ello, más allá de estancarse en hacer destapes de quién será el candidato o la candidata, es indispensable colocar en la conversación pública diversas interrogantes: ¿Qué tipo de gobierno propondrá quien lleve la bandera de morena, ¿para qué quiere llegar a gobernar?, ¿cuál es su visión para sacar adelante a nuestro estado?
¿Qué tanto conoce los problemas que aquejan a la población?, ¿Puede con ellos?, ¿Será solamente otro gobierno de alternancia o buscará que el proyecto trascienda y deje un legado?
¿Será un gobierno alineado a los principios de Morena y de la Cuarta Transformación o sólo es aprovechar la oportunidad de “ir a la segura”?
Hay temas fundamentales que deben ser inherentes a quién represente Morena: combatir la corrupción, impulsar un gobierno austero, someterse a revocación de mandato, combatir la pobreza, cerrar la brecha de la desigualdad, entre otras cosas más, sumadas a la agenda de desarrollo especifica de la entidad.
Al día de hoy, vemos varias manos levantadas buscando la candidatura de Morena a la gubernatura, algunas, las menos, son legítimas aspiraciones con identidad en el proyecto de la Cuarta Transformación y reconocimiento de la gente; y muchas otras, la mayoría, les caracteriza un cínico oportunismo ramplón, bajo la premisa de “chicle y pega” o con la fantasía anacrónica de que al participar tienen un boleto en el gabinete o se les tomará en cuenta para una “negociación”.
Lo cierto es que de ninguna manera la gubernatura debe ser un cheque en blanco para quien sea que llegue. No se debe dar por sentado el voto de la gente, solo porque hay certeza de que será favorecedor. Si el electorado oaxaqueño confía en Morena, es porque guarda expectativas concretas basadas en que el Movimiento de Regeneración Nacional representa el pensar y el actuar de su líder moral, López Obrador; también porque en aquí no predomina un pensamiento único y, además, representa una alternativa novedosa ante los partidos que gobiernan y han gobernado Oaxaca.
La simpatía hacia Morena, también va mezclada con el hartazgo de la gente hacia las demás opciones y eso debe ser una brújula para evitar caer en las mismas conductas que la ciudadanía reprueba.
Por nuestra parte, las y los militantes de Morena, debemos cuidar mucho este proceso y al llegar a tener el primer gobierno emanado de nuestro partido, debemos apoyarle, vigilarle y acompañar su desempeño para que las bases de un cambio verdadero se establezcan en Oaxaca y la gente siga confiando en nuestro proyecto.
Haydeé Reyes Soto es militante de Morena desde 2016, diputada local electa por el distrito 07 con cabecera en Tlacolula. Estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad Vasconcelos de Oaxaca. Tiene estudios complementarios en historia, migración, liderazgo y agenda 2030 de la ONU y políticas públicas ; en la UABJO, el CIDE, Harvard y la Universidad Complutense de Madrid.